La razón de Estado o el estado de la razón
Por Juan Carlos Martínez
Don Enrique Tierno Galván fue el primer alcalde de Madrid elegido por el voto popular en las primeras elecciones democráticas de 1979. Hombre de una vasta cultura y una gran sensibilidad humana, el viejo profesor -como cariñosamente se le llamaba- era un socialista con sólida formación marxista que hizo de la coherencia una virtud. Fue el creador de los bandos con los cuales se dirigía a los madrileños utilizando un estilo con matices de fina ironía, humor y gran talento literario. Entre sus sabias definiciones, una de las que más se recuerdan es aquella con la que el viejo profesor trató de explicar algunas de sus posturas frente a las contradicciones en que suelen incurrir los políticos cuando llegan al gobierno. Para Tierno Galván una cosa era la razón de Estado y otra muy distinta era el estado de la razón.